Es un vino intenso, con aroma a frutos rojos, durazno, cáscara de naranja, hierbas florales y cítricos en almíbar. Un paseo por un huerto mediterráneo cuando atardece. En boca, es inquieto, fresco, con mucha frutalidad y notas herbáceas que dan paso a un equilibrio perfecto, dejando un final persistente, como un beso que deja huella.

La palabra urbs proviene directamente del latín para denominar la ciudad, y orbis se usaba en Roma para denominar el circulo que la rodeaba físicamente. Ya que, según una antiquísima tradición etrusca, alrededor del terreno donde se iba a construir una ciudad, se trazaba un profundo surco circular con el arado.